jueves, 28 de abril de 2011

Trucos para vender una vivienda

¿Por qué no se venden las viviendas? No todo es culpa de la crisis y del parón del mercado. Si quiere desprenderse de su casa de forma rápida y con las mejores condiciones, sepa que hay una serie de errores que se repiten una y otra vez y que acaban arruinando la venta. Una oportunidad perdida ahora que el fin de las deducciones fiscales y el descenso de los precios parecen animar de nuevo las ventas.

El error principal es el precio. Conviene ser realista y poner un precio que permita la venta en el menor tiempo posible. Cuanto más tiempo tarde en venderse, menos valor tendrá su vivienda. Tampoco sirve pensar que siempre hay tiempo para bajar el precio.

Esta mentalidad corresponde a un mercado alcista propio de hace año y medio o dos años. Poner un precio demasiado alto lleva a la exclusión. Además, la máxima eficacia de las gestiones publicitarias se produce en los primeros 15 días.

Muchos propietarios son conscientes de que su vivienda es más cara que las de alrededor, pero se niegan en rotundo a rebajar el precio. Son todos aquellos que no tienen ni necesidad ni auténtica prisa por vender.

Pero, entonces, ¿cuánto cuesta mi casa? La volatilidad actual del mercado complica la tarea y ya no sirve poner la misma cantidad a la que vendió el vecino hace unos meses o un par de años. Mucho menos subir el precio porque "mi piso está mejor situado y es más luminoso". "

En este caso es conveniente dejarse asesorar por una agencia inmobiliaria que valore el piso. Hay que hacer una prospección de mercado, averiguar los precios de oferta y ofrecer tu casa un 10% por debajo.

O bien que el propietario realice una estimación de valor por su cuenta. En el mercado existen varias herramientas online para obtener una tasación en menos de cinco minutos. También se puede pedir una tasación oficial (válida por un periodo de seis meses), aunque el coste supera los 200 euros.

A la hora de fijar un precio hay que tener en cuenta la calidad del barrio, de la ubicación dentro de la zona, la calidad del edificio y de la vivienda. También la posible demanda, ya que una vivienda puede ser muy buena y tener una demanda muy escasa, y eso influye en el precio.

Es un error rechazar la primera oferta. Esperar a que aparezca una oferta más elevada no funciona casi nunca en un mercado bajista y es casi temerario. Otro truco. No hay que dar apariencia de querer vender a toda costa. Tranquilidad a la hora de enseñar la casa y resaltar todos los aspectos positivos, pero sin exagerarlos.

El tiempo es dinero, y para no perderlo conviene saber distinguir a un curioso que simplemente quiere hacerse una idea de los precios del mercado de un auténtico comprador. Suelen ser los que hacen una oferta temeraria a la baja sólo para que el propietario la rechace.

El auténtico comprador es el que previamente ha visitado a la entidad financiera y sabe que le van a conceder una hipoteca. Hay que dudar de los que ni siquiera se han acercado a su banco. No es sencillo saber distinguir al comprador adecuado, ya que no todos los que quieren comprar pueden hacerlo. Actualmente ningún banco ofrece más del 80% del valor de tasación de la vivienda y además la compra conlleva unos gastos del 10% adicionales. Otra opción es poner un precio de venta del 70% del valor de pretasación o tasación de la casa para que el comprador no tenga problemas de financiación.

Tampoco se debe firmar un contrato de arras ni recoger la señal sin saber si el comprador va a conseguir financiación o va a pagar en efectivo, ya que la reserva del piso supone esperar unos dos meses hasta la cita en el notario. Y no se debe retirar el cartel de "se vende" o no admitir más visitas por el simple hecho de que el comprador haya dado su palabra, sin compromiso contractual.

Los propietarios que no quieren complicarse pueden dejar la venta en manos de profesionales inmobiliarios que se encargan de gestionar de forma rápida y eficaz la operación, con un plan de marketing, estudios de mercado y todas las garantías legales.

Las agencias inmobiliarias sólo cobran si se efectúa la venta. Lo habitual es entre un 3% y un 5% del precio del piso. Preguntar a amigos y conocidos casi nunca falla, y mucho mejor si la agencia comparte la venta de la casa con otras. El precio que publica el propietario y el de la inmobiliaria deben ser idénticos, porque provocaría desconfianza en el comprador, y un comprador desconfiado no compra.

No todos los medios son adecuados para todos los inmuebles y no todos los anuncios deben ser realizados en castellano. Además, si se encarga de la venta usted mismo y lo publica en Internet, debe tener en cuenta que un anuncio con foto se ve un 203,9% más que uno sin ella. Uno con vídeo casero, un 64,4% más y, con vídeo profesional, un 423,5% más. Y un anuncio con visita virtual se visualiza un 220,9% más.

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