lunes, 29 de agosto de 2011

Una casa nueva es fiscalmente más atractiva que la usada

La noticia del verano ha sido la decisión del Gobierno de reducir de forma temporal, hasta el 31 de diciembre, el IVA del 8% al 4% en la adquisición de vivienda nueva. Con esta medida se pretende "reactivar el sector de la construcción" y "contribuir a la creación de empleo en el sector más perjudicado" por el paro.

Al aplicarse esta rebaja impositiva, en una vivienda que cueste 200.000 euros el comprador se ahorrará 8.000 euros, según ha explicado el propio ministro.
La reducción del IVA de las viviendas nuevas llega 13 meses después de que el Gobierno tomara una iniciativa en sentido contrario. Así, a primeros de 2010, el Ejecutivo anunció que en julio de ese año subiría el IVA de las viviendas nuevas del 7% al 8%.

En una vivienda nueva la carga impositiva de IVA más Actos Jurídicos Documentados (AJD) ha pasado del 8,5%-9% al 4,5%-5%, frente al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) de la vivienda usada que se queda en el 6%-8%. El efecto deseado por el Gobierno con la rebaja del IVA para la adquisición de vivienda nueva hasta el 31 de diciembre, que llega meses después de que el Ejecutivo subiera el impuesto del 7% al 8%, es que los particulares adelanten sus compras para animar el deprimido mercado inmobiliario -la compraventa de inmuebles profundizó su descenso hasta el 22,9% en junio, con un retroceso del 21,4% interanual en la obra nueva.

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